Ser hábil leyendo a los demás facilita la conexión, pero el exceso de esta capacidad puede convertirse en un obstáculo para la comunicación eficaz.
Si eres una persona ultraconsciente del efecto de tus palabras, aquí te presento dos situaciones que indican que tu empatía -uno de los componentes de la inteligencia emocional según Daniel Goleman- puede no favorecerte.
Cuando la lectura emocional te aleja de tu mensaje
La capacidad de captar todo tipo de señales del entorno es valiosa, como leerás aquí, pero puede volverse en tu contra. Por ejemplo, cuando al hablar adaptas constantemente tu mensaje en función de lo que ocurre —una mirada, un gesto, un silencio—, puedes acabar modificando sin darte cuenta lo que ibas a decir, como en la situación siguiente.
- Pepe: He disfrutado mucho este libro de manga.
- Luisa arquea las cejas.
- Pepe piensa: No le gusta el manga
- Pepe añade: No es que me entusiasme el manga, pero este tipo no está mal.
Esta actitud de adaptación de Pepe según la reacción de Luisa denota que olvida que lo que percibe (a Luisa no le gusta el manga) es una interpretación, no una realidad.
Como consecuencia, su mensaje se vuelve ambiguo y pierde claridad en la comunicación interpersonal.
⚠ Esta tendencia es problemática si es tu manera espontánea y no intencionada de reaccionar.
Cuando tu lectura emocional te lleva a anular tu opinión
Evitar ciertos temas para no generar conflicto puede ser un acto de inteligencia emocional. Pero otra cosa es ceder sistemáticamente cada vez que crees percibir una reacción negativa en el otro, como en esta situación:
- Pepe: He disfrutado mucho este manga seinen.
- Luisa arquea las cejas.
- Pepe piensa: No le gusta el manga
- Pepe cambia de tema.
Modificar o silenciar tu mensaje solo por la reacción ajena provoca dos consecuencias negativas:
- sin autenticidad no hay confianza, lo que acarrea desconexión;
- se debilita tu coherencia interna, lo que Carl Rogers expresa con el concepto de congruencia, es decir, la alineación entre lo que se siente, se piensa y se expresa.
En este post puedes leer mi propuesta sobre cómo modificar esta conducta mediante la comunicación.
La alta sensibilidad y la lectura emocional
Las personas con una sensibilidad alta poseen una valiosa capacidad para percibir con detalle los matices del entorno. En el contexto de una conversación, puede tratarse de cambios sutiles en la voz, el gesto y la energía, que ponen de manifiesto la situación emocional de su interlocutor. Elaine Aron lo describe como una mayor capacidad para detectar matices sutiles del entorno o reconocer el clima emocional.
Si tu sensibilidad es alta (consulta el test de alta sensibilidad aquí), recuerda que, para que tu percepción sea un don, no puede convertirse en una traba a la hora de expresarte.
Tener una inteligencia emocional alta es una fortaleza en comunicación, pero para convertirla en una herramienta de conexión se debe acompañar de autenticidad.
Este texto ha sido editado por Isabel González-Gallarza, correctora de estilo y traductora de más de cien novelas publicadas en las más prestigiosas editoriales.
Descubre en la página de PAS España cómo ayudo a las personas altamente sensibles con la palabra hablada, para poner en valor sus cualidades y conectar, y con la palabra escrita, para sacarle partido a su profundidad de pensamiento y para canalizar su alta emocionalidad.



