Uno de los pilares del autoconocimiento consiste en ser capaz de transformar una reacción automática ante una circunstancia en una elección consciente.
Lee hasta el final para saber cómo adoptar una mirada ante las cosas que sea mejor para ti.
Localiza las emociones en el cuerpo
Es fácil identificar qué energía, negativa o positiva, nos invade en cualquier circunstancia. Pero no sabemos qué papel desempeñan las emociones.
Las emociones son fenómenos corporales. En esto coinciden las teorías del neurocientífico António Damásio, desarrolladas a partir de la década de 1990, y las de los psicólogos Paul Ekman y Wallace V. Friesen, formuladas en 1971.
Estas son algunas señales físicas comúnmente relacionadas con emociones positivas:
- Calidez interna, especialmente en el pecho
- Relajación muscular
- Respiración fluida amplia, profunda y estable
- Reducción de la tensión corporal
- Ligereza en el pecho o en todo el cuerpo
Estas son algunas señales físicas comúnmente relacionadas con emociones negativas:
- Breve congelación corporal o, por el contrario, calor
- Tensión en el abdomen, mandíbula o cuello
- Respiración entrecortada
- Garganta cerrada u opresión en el pecho
- Sudoración fría en manos y pies
- Aceleración del pulso
Ekman y Friesen identificaron siete emociones universales: alegría, admiración, terror, asombro, pena, odio y furia.
En lugar de una “lista cerrada” de emociones Jordi Vallverdú, en su curso Philosophical Introduction to Emotions de la Universitat Autònoma de Barcelona, propone una taxonomía abierta. En ella las emociones se agrupan según su papel en el pensamiento, su función adaptativa –como herramientas para resolver problemas de la vida social– y su dimensión moral -lo que una cultura entiende como emociones correctas e incorrectas.
Durante siglos, influidos por Descartes, hemos pensado que la mente y el cuerpo iban por separado. António Damásio demostró que el cuerpo es el que siente primero, y que posteriormente es la mente la que interpreta. En su obra El error de Descartes (1994), el neurocientífico demuestra que “los sentimientos son la mente percibiendo al cuerpo.”
➡️ Así, cuando detectas una señal física que traduce una emoción, estoy conociendo mis reacciones automáticas.
Para, piensa y siente de manera diferente
Algunas señales corporales ofrecen una información valiosa sobre mis emociones y mis pensamientos.
Ejemplo
Es domingo a las 20h: pienso en el trabajo y percibo dolor de estómago.
En ese instante tengo la oportunidad de detenerme y poner en práctica el sencillo método propuesto por el psicólogo Enrique García Huete (sobre el que ya te hablaba en otro artículo) en su libro Aprender a pensar bien.
Qué señal física percibo
Tensión en el estómago, que traduce una emoción negativa.
Qué pienso
Mañana empiezo a las 8 y no termino hasta las 20h, el trabajo me absorbe y me agota.
Vuelvo a pensar
Voy a tomar el control de mi tiempo. Hoy dormiré bien. Mañana tendré una jornada productiva. El martes saldré a las 18h y practicaré iyengar.
Qué siento ahora
Más serenidad, mis pensamientos se centran en preparar lo que necesito terminar para acostarme pronto.
➡️ Así, cuando puedes observar la señal física y la emoción, en lugar de creerte el pensamiento asociado y reaccionar de manera automática, recuperas tu capacidad de respuesta.
Distingue los falsos sentimientos
Esta metodología también sirve para detectar los falsos sentimientos, que son valoraciones disfrazadas de emoción que expresamos en primera persona seguida del verbo sentir.
Ejemplo
No he conseguido reiniciar el ordenador. He llamado al técnico de sistemas para que lo hiciera.
Qué señal física percibo
Tensión de mandíbula, que traduce una emoción negativa.
Qué pienso
Me siento inútil.
Vuelvo a pensar
Me doy cuenta de que sentirme inútil no es una emoción, sino que esconde un pensamiento: los demás me ven como una inútil. Este pensamiento merma mi capacidadde actuar.
Reformulo mi pensamiento inicial
Siento irritación al no ser capaz de reconfigurar mi ordenador.
Qué siento ahora
Calma, al recordar que el técnico solo ha desenchufado, apagado y encendido, algo que puedo hacer yo misma si me vuelve a pasar.
➡️ Cuando usas verdaderos sentimientos, recuperas tu capacidad de autonomía y reaccionas de manera consciente.
Reconocer las emociones que nos invaden es el primer paso para no dejarnos arrastrar por los pensamientos automáticos. Reformular lo que pensamos puede romper el círculo de sentimientos dañinos y nos permite sentir y actuar de manera diferente.
Este texto ha sido editado por Isabel González-Gallarza, correctora de estilo y traductora de más de cien novelas publicadas en las más prestigiosas editoriales.



