Nuestras necesidades personales

La pirámide de necesidades humanas de Abraham Maslow sigue ofreciendo claridad, 80 años después de su publicación, sobre nuestras motivaciones humanas como sociedad occidental. También son objeto de estudio las necesidades individuales, tanto físicas, intelectuales como emocionales. La Comunicación No Violenta (CNV), por ejemplo, se fundamenta en el reconocimiento de esas necesidades personales esenciales. Hoy veremos que ser conscientes de cuáles son esas necesidades proporciona un mayor autoconocimiento, y en un próximo post contaremos que pueden ayudarnos a mejorar la comunicación y las relaciones interpersonales.

Qué son las necesidades personales

Según la CNV, las necesidades actúan como un auténtico combustible interno. Aunque, por ello, deberían ocupar un lugar central en nuestras vidas, a menudo resulta complicado identificarlas. 

Estas son algunas de las características de una necesidad personal:

1-  Se expresa en primera persona:

Necesito estar contigo por las tardes.

En lugar de:

Tienes que estar más tiempo conmigo.

2-  Se expresa de manera afirmativa:

Necesito estar sola.

En lugar de:

No puedo estar con gente.

3-  Se expresa como una generalidad:

Necesito tener una vida estable.

En lugar de:

Necesito pasar todos los veranos en la misma aldea de los Pirineos.

No es fácil identificar nuestras necesidades. El listado que ofrece la Comunicación No Violenta, y que podrás encontrar aquí, te servirá de inspiración. La lista incluye ejemplos de necesidades englobados en los siguientes ámbitos:

  • Autonomía: por ejemplo, poder elegir a mi pareja.
  • Bienestar físico: por ejemplo, obtener suficientes horas de sueño.
  • Bienestar espiritual: por ejemplo, alcanzar un estado de armonía.
  • Realización personal: por ejemplo, encontrar un sentido a mi vida.
  • Interdependencia: por ejemplo, recibir una consideración adecuada.

Las falsas necesidades personales

Estas son algunas razones por las que puede ser complicado distinguir con claridad nuestras necesidades.

Una necesidad no es un pensamiento

A menudo, confundimos nuestras necesidades con nuestros pensamientos, como por ejemplo cuando mezclamos:

  • Deseo con necesidad: al creer que deseamos algo que necesitamos.
  • Deseo con deber: al pensar que deseamos algo porque los demás lo esperan de nosotros.

Una clave para identificar una necesidad puede ser la observación de nuestros sentimientos. Experimentar bienestar, estar absorto o sentirse conmovido, por ejemplo, son indicativos de que estamos satisfaciendo una necesidad. Sin embargo, esto no resuelve el desafío de descubrir cuál es la necesidad cubierta.

Una necesidad no involucra a personas y cosas concretas

El concepto de generalidad que mencionamos más arriba es importante para la CNV. Según la visión de su creador, Marshall Rosenberg, si somos concretos y nos referimos a lugares u objetos, lo que estamos enunciando no es una necesidad, sino una estrategia. Las estrategias son formas de satisfacer una necesidad.  

Por ejemplo, puedo satisfacer esta necesidad:

Necesito socializar.

Con una o varias de las siguientes estrategias:

  • Llamar a Luis para dar un paseo.
  • Quedar con Marta para tomar algo.
  • Apuntarme a un club de lectura.

Las necesidades personales señaladas por la CNV son universales. Sin embargo, lo que distingue a cada persona es la combinación única de estas necesidades. Como hemos visto, no es fácil tomar consciencia de ellas. No obstante, vale la pena autoconocerse para poder optar por lo que nos impulsa de verdad.

Este texto ha sido editado por Isabel González-Gallarza, correctora de estilo y traductora de más de cien novelas publicadas en las más prestigiosas editoriales.

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