Algunas personas mayores viajan de pie en el metro mientras muchos de nosotros, sentados, estamos demasiado absortos en nuestros teléfonos.
Siguiendo con el metro, las personas con Sensibilidad de Procesamiento Sensorial (SPS) serían aquellas que sí se levantan para ceder su asiento a quien lo necesita. No son mejores personas, simplemente son más conscientes de su entorno.
Las personas con SPS, también conocidas como altamente sensibles, representan aproximadamente el 20% de la población. Este grupo no solo es capaz de captar más cosas de las que suceden a su alrededor, sino que también procesan con mayor profundidad lo que perciben, lo cual influye en su manera de comunicarse.
Personalmente, he aprendido a reconocer esta sensibilidad en un intento de comprender a mis hijos: esa es la razón por la que la información que hoy comparto puede parecer parcial. Mi sesgo me lleva a ver principalmente los aspectos positivos de convivir con quienes actúan como verdaderos zahoríes. Esos “lectores de sala” detectan de manera ultrarrápida las sutilezas en los estados tanto emocionales como físicos. En la vida profesional, toparme con personas deseosas de contar con esta habilidad, que no es imposible de enseñar, pero sí difícil, ha reforzado mi valoración positiva de la alta sensibilidad.
Qué es la sensibilidad de procesamiento sensorial
La sensibilidad no es un rasgo de personalidad binario, sino que existe en un espectro con muchos niveles; la alta sensibilidad se encuentra en el extremo.
El término de sensibilidad de procesamiento sensorial (SPS) se refiere a los siguientes aspectos:
Procesamiento: se relaciona con la cognición o el pensamiento.
Sensibilidad: alude a la capacidad del sistema nervioso central para procesar la información.
Sensorial: engloba los estímulos internos, ambientales y sociales que son procesados o pensados.
La psicóloga Elaine Aron fue de las primeras en hablar de alta sensibilidad y de SPS. En 1996 propone un constructo basado en la suposición de que algunas personas son capaces de percibir estímulos de baja intensidad y emiten respuestas intensificadas ante dichos estímulos.
Cómo es una persona con sensibilidad de procesamiento sensorial
Según el libro de Elaine Aron La persona altamente sensible, esta presenta las siguientes características:
Profundidad de Procesamiento
Es consciente de las consecuencias a largo plazo y, por ello, antes de hablar, prefiere tomarse tiempo para pensar. Además, como baraja tantas opciones (que procesa rápidamente, aunque aparente lo contrario) sus respuestas son más matizadas y ecuánimes.
Alta emocionalidad
Vive tanto las emociones positivas como las negativas con mayor profundidad, ya sea ante una ficción o en la vida real.
Está alerta a las necesidades de los demás y se preocupa por el bienestar de todos, dos cualidades que fomentan relaciones significativas y duraderas.
Sensibilidad sensorial
Tiene una mayor sensibilidad a los estímulos de los cinco sentidos, ya sea la percepción del frío, de tejidos suaves, de los efectos de la cafeína, del hambre, de luces fuertes o de melodías agradables.
No es de extrañar que este alto nivel de percepción cause sobreestimulación en las PAS y que la profundidad en el procesamiento sea mentalmente agotadora.
Para qué y cómo saber si eres PAS
Puede que te interese identificar en qué fase del espectro de la sensibilidad te sitúas. Descubrir si eres altamente sensible puede ayudarte a mejorar tu día a día mediante un mayor autoconocimiento y realizando los ajustes necesarios en tu estilo de vida.
Para medir tu sensibilidad, existe una Escala PAS para la población española desarrollada por el equipo científico de los doctores Antonio Chacón y Manuela Pérez. Esta escala ha sido realizada con el apoyo de la doctora Aron, testeada por 12.000 usuarios y validada estadísticamente con tres coeficientes diferentes. Puedes hacer uso de ella gratuitamente en la web de PAS España pinchando aquí.
Comprender qué es la alta sensibilidad es el paso previo para apreciar los beneficios que aporta, ya sea en un vagón de metro o en una sala de reuniones. Si perteneces al 20% de la población que es altamente sensible, aprender a conocerte es crucial. Si perteneces al 80% restante, es interesante reconocer las ventajas que supone vivir e interactuar con personas altamente sensibles.
Este texto ha sido editado por Isabel González-Gallarza, correctora de estilo y traductora de más de cien novelas publicadas en las más prestigiosas editoriales.
Foto: Brian Matangelo